domingo, 7 de junio de 2009

Negro adiós


Negro, negro aún y no se explica del todo el enlace, quería soñar : que aún estaba soñando, que vivir en todo eso oscuro o siniestro era lo que realmente deseaba, que tu serías lo que estaba buscando. Acaricio las horas, los minutos y los segundos para verte tan cerca pero tan lejos a la vez; he vendido mi alma a tus sentidos porque solamente de tu aroma nacen las sensaciones que no detienen mi vida.

Luego, entonces es cuando se opaca la nostalgia... cuando brotan de tus labios esos puñales, esos sables que ahora acostumbran a herirme cotidianamente, ahí es que siento pero no el frio aterrador del fin, de la conversión a la nada, del soltarme las manos cuando he de cruzar el umbral entre tu vida y la mía; si tan sólo hubiera imaginado como iba a ser el odio después del amor, tal vez hubiera fenecido antes, si¡ antes de que todo viniera asi de esa manera.

Otra vez vuelvo a sumergir mis ideas en tu semblante, hoy he vuelto a hablarte y tu haz vuelto a herirme, sólamente quiero y no, quiero ser emancipada de tus recuerdos efímeros que retornan en cada momento, con un objeto, un sonido, una voz o un hasta luego; me duele el alma y no se cuanto dolor se puede sostener en un suspiro, me duele más, el sentir de que no hubo nada, que no se pudo o que no se podrá, cuanto siento el no haber sido para ti lo que tu imaginabas, cuanto siento el que no me hayas creido la nada.

Pero aún así, sigo solicitando ser liberta del fervor a tus ojos, aún así sepas que es tu encanto más admirado, esta niña aún no ha conocido más dolor que el de la modernidad enterrando tus poemas, sigo percibiendo todo negro y ahora sólo hay un punto medio brilloso en medio, es una lágrima, una lágrima del cielo...ya está lloviendo.
Como quisiera volver a dormir, llevo noches desveladas por navegar en los mares de esta oscuridad, a veces olvido y luego despierto, si hay cura de sueño, no se si esto se deba curar, amo esta flagelación, pero como no he perdido del todo la cordura, regreso el golpe de la manera menos sutil posible, ahora se lo que es una herida, esa de las que se generan en batallas memorables, de las que cambian el mundo y la perspectiva del hombre; debo ganarle la batalla al orgullo, debo llegar a tierra firme, pero sigo en esta tormenta...te quiero ahora más que antes, aunque ya no te siga esperando.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bla bla bla bla... tanto para decir q estas mas templada q julieta por su romeo je je je je je
un abraxo amix

Alvaro